Torog Moltenthroat sigue formando parte de la vida diaria en su facción... hasta cierto punto. Vive en el fondo del volcán en una isla rodeada por un estruendoso río de lava con corrientes tan fuertes que todo lo que cae en ellas desaparece al instante. Solo Torog puede cruzarlo con facilidad. Pero, oye, ahí sigue. Los monstruos de su facción saben exactamente dónde encontrarlo. Podrían morir en el intento, pero está ahí, sin duda.

La cuestión es que Torog considera que él ya ha cumplido con su labor. Antes de que él tomara el mando, las Fuerzas ardientes ni siquiera eran una facción real. No eran más que una banda de marginados chamuscados dispersos sin objetivos ni propósitos: demasiado peligrosos para las criaturas del bosque y demasiado destructivos para los monstruos de la ciudad. Nadie quería tenerlos cerca. Incluso sus vecinos que habitaban al otro lado de la cadena montañosa, los monstruos de los Picos montañosos y los Moradores de las cimas, se aseguraban de mantener las distancias. Los monstruos de las Fuerzas ardientes habían nacido en el volcán y estaban destinados a permanecer siempre allí.

Eso cambió cuando Torog se hizo amigo (y finalmente aliado) de Diabolus Hellbringer. En aquel momento, Diabolus había acumulado tantas almas en el Infierno que se estaban desbordando sin control. Desesperado, el ancestro del Inframundo le pidió ayuda. Torog aceptó organizar a sus caóticos camaradas y convertir a todos sus compañeros de fuego en guardianes de las Puertas del infierno.

Él no pensó que fueran a aceptar tal labor, pero los demás estaban ansiosos por tener un propósito y aprovecharon la oportunidad.

Durante años, Torog sirvió como nexo entre las Fuerzas ardientes y los Moradores del inframundo. Pero al final se aburrió; delegó sus responsabilidades a Kaih the Sunmelter (entonces conocido como Kaih the Eradicator) y se retiró a su escondite volcánico con su mascota, Lavrador.

Hoy en día, solo aparece para visitar a su viejo amigo Diabolus, que ahora está completamente loco y casi siempre se limita a gritar. Pero eso le viene bien a Torog. Diabolus nunca le hace ninguna pregunta, ni se entromete, ni le importa nada. Y esa es la mejor amistad que Torog podría imaginar.

Torog Moltenthroat es un tanque de fuego con megaprovocación como rasgo y torturas.

Rasgo de evolución:
Rango 0: endurecimiento
Rango 1: ejecución de estados: aplica una tortura aleatoria a todos los enemigos al principio de su primer turno
Rango 3: baluarte
Rango 4: ejecución de estados: obtiene un 50% de protección ante daños al principio de su primer turno
Rango 5: megaprovocación

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