Akira Karioka nunca tuvo la intención de fundar una facción. De hecho, no está claro si fundó el Dojo de furia o si simplemente inspiró a Yaoguai Wangzhou a arrasar con las Regiones del este a cualquier precio. Lo que hizo Akira, lo hizo por su cuenta y por su propio interés. Pero empecemos por el principio.
Akira era un niño huérfano al que adoptaron tras perderlo todo en una terrible guerra. Hay quien dice que tuvo suerte a pesar de esta tragedia: su familia adoptiva era la más rica de las Regiones del este, sus padres le querían mucho y su hermano siempre cuidaba de él. Sin embargo, Akira no pudo evitar sentirse siempre como un extraño. Vivía entre sus riquezas, disfrutaba de ellas a diario y, sin embargo, nunca sintió que realmente pudiera considerarlas suyas. Envidiaba a su hermano y despreciaba a su padre. Quería mucho a su madre, pero cuando ella murió, se le hizo insoportable vivir en esa casa.
Quería que su padre y su hermano desaparecieran, pero era imposible. Su padre, un reputado gestor económico, tenía demasiada influencia como para esfumarse. Su hermano no tenía interés en la riqueza: viajaba de aldea en aldea, ofreciendo protección, ayuda y guía espiritual a quienes lo necesitaban. Todo el mundo adoraba a ambos. Y a Akira eso también le repateaba. Así que ideó el plan más retorcido imaginable para quedarse con todo: matar a su padre y culpar del crimen a su hermano.
Por desgracia, la primera parte le salió redonda. Pero cuando intentó acusar a su hermano, su impaciencia le llevó a cometer un error fatal. No comprobó el paradero de su hermano antes de cometer el asesinato. Y su hermano... Se encontraba con muchos testigos en aquel momento. Cuando se descubrió la verdad, las mentiras de Akira se derrumbaron y, en un arrebato de ira, confesó su crimen.
Su hermano, desconsolado, se negó a ejecutarlo. En lugar de ello, desterró a Akira, rompiendo así el último vínculo que los unía.
Desterrado, Akira se adentró en un oscuro bosque, amparándose en la soledad. Cuando Wangzhou le pidió ayuda por primera vez para conquistar el Dojo, él se negó. Pero años después, Wangzhou regresó... Y mencionó un nombre. Un nombre que reavivó la furia de Akira: el nombre de quien le había desterrado.
Quizás había llegado el momento de ajustar cuentas.
Akira es un atacante de fuego y trueno con turno extra y marcas malignas. Marcas malignas es un nuevo efecto de estado que aumenta la capacidad de daño del monstruo un 25% pero que también aumenta el daño entrante un 5%.
Rasgo de evolución:
Rango 0: Baluarte
Rango 1: Todos los aliados son inmunes a la congelación
Rango 3: Bloqueo de resurrección
Rango 4: Ejecución de estados: obtiene evasión al principio de su primer turno
Rango 5: ejecución de estados: obtiene inmunidad a las torturas al principio de su primer turno
NUEVO ancestro: Akira Karioka
Última actualización: 27d