Si el juego se congela o se bloquea, a menudo se debe a una conexión a internet inestable o a datos corruptos almacenados en tu dispositivo. Para evitar que esto ocurra, sigue estos pasos:

- Comprueba tu conexión a Internet: Asegúrate de que tu dispositivo está conectado a una red Wi-Fi potente y estable.
- Borra la memoria caché: Borra la caché de tu dispositivo para eliminar cualquier dato corrupto.
- Libera espacio de almacenamiento: Asegúrate de tener al menos 2 GB de almacenamiento libre en tu dispositivo.
- Cierra las aplicaciones en segundo plano: Cierra todas las demás aplicaciones que se están ejecutando mientras juegas para garantizar un mejor rendimiento.