Antaño abundaban en Petra los Crocarks, unos poderosos monstruos cazadores que merodeaban por las montañas heladas. Localizaban a sus presas cerca de las cumbres nevadas y utilizaban sus poderes para electrizar la nieve. Así conseguían matar y cocinar a sus presas, por lo que comían muy bien, y la especie prosperó durante la breve Edad de Oro de los saurios.

Este Crocark es el último superviviente conocido de esa población antaño abundante. Durante la gran extinción, quedó atrapado entre las mismas rocas glaciares que su ancestro saurio. Aunque Crocark se encontraba en un estado de sueño de animación suspendida, el agua de lluvia infundida con magia primitiva procedente del ancestro se derramaba sobre él, empapándolo con la misma mezcla mágica que a los demás saurios atrapados y convirtiéndolo en una versión más grande, más fuerte y mucho menos amistosa de sí mismo.

Ahora que Crocark se ha despertado, está bastante cabreado. Y tiene bastante hambre. Y es unas cien veces más grande y poderoso de lo que era antes de empaparse de magia primitiva. Probablemente sea lo mejor que este Crocark sea el último de su especie: si hubiera más de estos monstruos por ahí, sin duda desencadenarían un desastre ecológico.

Crocark es un atacante de agua y trueno con inmunidad al control como rasgo y torturas.

Rasgo de evolución:
Rango 0: inmunidad al control
Rango 1: endurecimiento
Rango 3: ejecución de estados: aplica una tortura aleatoria a todos los enemigos al principio de su primer turno