Cuando The Keeper fue puesto a cargo de toda la historia documentada, pensó que las cosas permanecerían igual para siempre. Al fin y al cabo, el futuro es lo único que cambia, y el pasado no puede alterarse.

O, al menos, eso es lo que pensaba antes de darse cuenta un día de que faltaban varios volúmenes importantes de la Biblioteca.

Debido a una enorme afluencia de cambios en el multiverso (por no hablar de la pequeña manipulación intencionada que Evaris Il Obscuro llevó a cabo en el libro de El Sindicato), se habían perdido por completo las historias de varias facciones importantes. Y, lo que es peor, The Keeper ya ni siquiera recordaba los relatos originales, puesto que hacía al menos una década que no los leía.

Sólo se podía hacer una cosa: llamar a los líderes de las facciones y pedirles que le ayudaran a reescribir los relatos sobre sus orígenes. Y, dependiendo de la facción, esto resultó más fácil de decir que de hacer.

Pero a pesar de la gran dificultad de esta tarea, The Keeper consiguió persuadir a todos los líderes de las facciones para que colaboraran con él. Incluso sacó de su escondite a algunos ancestros olvidados hacía ya mucho tiempo gracias a su extraordinario proyecto. Y allí donde la memoria fallaba o las opiniones discrepaban, The Keeper era capaz de salvar las distancias y mantener el orden, actuando como escriba, musa y árbitro a la vez.

En reconocimiento a esta labor, The Keeper recibió una nueva identidad: The Chronicler, llamado así porque se había convertido en el arquitecto y maestro de la historia, así como en su guardián.

The Chronicler es un monstruo de control de magia y metal con activación de recuperaciones y detención temporal.

Rasgo de evolución:
Rango 0: baluarte
Rango 1: inmunidad al noqueo
Rango 3: ejecución de estados: obtiene protección de recuperaciones en su primer turno