Hubo un tiempo en que la energía maligna de Nebotus asustaba a todos los monstruos de Petra. Su aura de color azul eléctrico hacía que los monstruos se estremecieran y miraran hacia otro lado, esperando que este no se percatara de su presencia. De lo contrario, se convertirían en víctimas de su odio. Nebotus estaba perfectamente cómodo con esta situación. Él era LA leyenda tenebrosa. No había nadie igual. Este miedo era lo que le daba fuerzas para seguir adelante.

Pero eso fue hace mucho tiempo. Pasaron los años y los tiempos cambiaron en Petra y en todo el universo de Monster Legends. Otras leyendas empezaron a aparecer y, a medida que las civilizaciones crecían, Nebotus cayó en el olvido. Intentó reclamar su título, pero sus habilidades no le ayudaron y se convirtió en un hazmerreír. Algunos de sus amigos tenebrosos, como Fayemelina y Count Vlad, permanecieron a su lado. Sin embargo, sabía que incluso Vlad tenía una mayor influencia que él sobre otros monstruos, por lo que realmente no podía pedirle su lealtad.

Al final, Nebotus se hizo a un lado y desapareció de la escena pública. Fayemelina era la única que mantenía el contacto con él, ya que la luz que llevaba en su interior le hacía sentir lástima por él. A nadie le importaba dónde estaba y, a excepción de alguna broma de vez en cuando a su costa, ni siquiera lo mencionaban.

Y, entonces, apareció una nueva generación de monstruos: los míticos. En algún lugar de su oscuro escondite olvidado, Nebotus se reía de todas las leyendas que se compadecían de sí mismas porque ya no eran los monstruos más fuertes. Sin embargo, en el fondo, lo que sentía era más furia, porque la nueva generación le hacía aún más débil en comparación con los demás.

Esa furia se agravó aún más cuando descubrió que algunos monstruos legendarios de su generación se habían transformado en versiones más fuertes de sí mismos gracias a una sustancia cósmica llamada polvo estelar. Rápidamente se puso en marcha. Tenía que hacerse con ese polvo estelar.

Sin embargo, cuando empezó a buscar su botín, el polvo estelar ya era un recurso muy codiciado. Algunos monstruos lo habían encontrado accidentalmente, pero Nebotus no tuvo la suerte ni la paciencia de esperar a que el polvo estelar viniera a él.

Entonces un día pensó: "Si hubiera polvo estelar en algún lugar, tendría que ser en el rincón más fértil de Petra: el Bosque cardinal". Sin embargo, cuando llegó allí y preguntó a los espíritus tenebrosos le dijeron que no habían visto ningún polvo estelar flotando por el bosque.

El hecho de que ninguna forma de vida cósmica hubiera aparecido en el Bosque cardinal resultaba sospechoso. Quería comprobar si era cierto con sus propios ojos, así que se adentró en el bosque bajo la atenta mirada de la Warmaster Zahra, que no se fiaba ni un pelo de él. Nebotus buscó en el suelo, en las hojas, en las ramas... Pero no había nada. Trepó las copas de los árboles, preguntándose si el polvo estelar se había quedado allí arriba cuando llovió, pero no había ni rastro de él. Sin embargo, cuando se encontraba allí arriba contemplando las copas de los árboles desde lo más alto, entendió el porqué.

La lluvia de polvo estelar había caído en el bosque, pero no estaba flotando, sino que había sido absorbida por los árboles. La mina de polvo estelar que buscaba estaba justo en el corazón del bosque, donde toda la savia de los árboles va a parar y se convierte en una sustancia mágica: ¡tenía que encontrar a Hyperia!

Cuando llegó al corazón del bosque, apartó las hojas del suelo y allí estaba: Hyperia. ¡Levantó su espada y la clavó en la tierra! Zahra entendió lo que había encontrado e intentó detenerlo, pero no llegó a tiempo.

Se arrojó sobre el agujero que había abierto y Zahra sobre él, pero se produjo una explosión bajo ellos y una espesa sustancia negra salió disparada del suelo. Él y Zahra salieron disparados tan alto que llegaron a la entrada del portal cósmico. La Warmaster cayó desde el cielo al bosque y el río de barro negro, que inundó el portal y bloqueó su entrada, se tragó a Nebotus. Ese fue el final de la era cósmica, pero, sin saberlo, Nebotus había dado comienzo a una nueva era: la era corrupta.

La sustancia negra era lutum, un nuevo recurso que era mucho más fuerte que el polvo estelar. ¡Y él estaba totalmente cubierto de ella! Nebotus se transformó en el monstruo que había querido ser desde hacía años: Lord Nebotus.

Podía sentir el odio hacia el mundo que le había dejado de lado corriendo por sus venas. Estaba listo para conquistarlo y hacer que todos se arrodillaran ante él. Solo había un problema: durante el cierre del portal cósmico había perdido su armadura, su espada y su amuleto. Sin esas reliquias, le faltaba una parte de él. No podía salir sin ellas a conquistar el mundo. Necesitaba ayuda, pero esta vez tenía algo que nadie tenía para comprar la lealtad de sus ayudantes: lutum.

Le llevó tiempo, alianzas inesperadas, algunos contratiempos (como el descubrimiento de la pureza) y muchos sirvientes corruptos, pero al final Lord Nebotus recuperó sus reliquias. Ahora, por fin está listo. ¿Quién se ríe ahora?

Lord Nebotus es un atacante de tinieblas que puede aplicar corrupción, cuentas atrás mortales o pesadillas a sus enemigos. También puede obtener evasión, daño doble y precisión. Tiene un rasgo de evolución: en el rango 0 es baluarte. En el rango 1 obtiene anticipación y en el rango 3 obtiene inmunidad a la posesión. En el rango 4 se convierte en un ejecutor de estados que aplica pesadillas a todos los enemigos al principio de la batalla. En el rango 5 también obtendrá evasión al principio de la batalla.