Blumeria vivía en la pradera del Bosque cardinal pero, un día, sus raíces absorbieron algunas toxinas del suelo y sus colores se atenuaron significativamente. El resto de los girasoles le sugirieron que se fuera, ya que estaba arruinando su imagen.

Blumeria se sintió humillada y se marchó avergonzada. Se escondió en el pantano, pero la oscuridad de este hábitat no ayudó a mejorar su intoxicación. Al fin y al cabo, era un girasol que no veía la luz solar. Su personalidad cambió por completo; las toxinas que ahora formaban parte de su savia le habían dado poderes extraordinarios, por lo que llamó la atención de otros monstruos de su nuevo hogar. Se convirtió en un monstruo muy valioso para el pantano, una especie de guardia malvada que se especializaba en ahuyentar a los visitantes no deseados.

Blumeria es una atacante de luz. Puede obtener turnos extra, efectos de odio, daño doble, regeneración vital o eliminación de efectos negativos. Cuando ataca puede aplicar rompeescudos y provocar mucho daño. Blumeria tiene un rasgo de evolución: en el rango 0 posee anticipación, en el rango 1 se convierte en inmune a la activación de recuperaciones y en el rango 3 obtiene un efecto de odio aleatorio al principio de cada batalla.