Kaih the Eradicator había estado pasando desapercibido desde hacía bastante tiempo. Después de que él y General Darmith intentaran prender fuego a Hyperia (y fallaran) fueron encarcelados en el bosque durante mucho tiempo. Cuando fue liberado, se dio cuenta de que no era lo suficientemente fuerte para enfrentarse a los nuevos monstruos míticos que estaban llegando al universo de Monster Legends. Así que, en lugar de ponerse en ridículo luchando contra ellos, empezó a trabajar como guardia del Infierno y se aseguró de que todos lo recordaran por sus victorias pasadas.
Pero un día recibió una misteriosa llamada de su viejo amigo General Darmith, diciéndole que alguien tenía otro trabajito para él. Cuando Kaih llegó al punto de encuentro acordado, una cueva oscura en la ladera de un volcán, The Inheritor estaba allí, esperándolo.
"¡Vaya vaya, pero si es la leyenda VIP en persona!", dijo The Inheritor, tratando de halagar a Kaih. "Gracias por venir".
"¿Por qué querías que nos viéramos aquí? Me ves en el Infierno todos los días, podrías haber...", dijo Kaih con sospecha, pero The Inheritor le interrumpió.
"Te lo explicaré", dijo The Inheritor. "Como probablemente ya sepas, Barbatos tiene un nuevo monstruo favorito en el Infierno: Heiss. Lo llama su hijo del caos, como si ese hijo no fuera capaz de acabar con él de un solo golpe. Cree que dejando que Heiss se salga con la suya será capaz de mantener el poder, pero eso solo ha funcionado hasta ahora porque Heiss no está interesado en el trono. ¿Qué pasará cuando un monstruo cósmico con sed de poder llegue al Infierno? Se hará con el control".
"Pero pensé que querías derrocar a Barbatos y ocupar su lugar", dijo Kaih.
"Si me deshago de Heiss, todo el mundo en el Infierno me apoyará cuando asuma el poder", declaró The Inheritor con confianza. "Todos los demonios odian a Heiss y todos saben que esto es solo el comienzo de su locura".
Se dio la vuelta rápidamente y cogió algo que había en la esquina. Estaba envuelto. "Esto es una espada de diamantes, The Sunmelter. Está diseñada para penetrar la piel cósmica. No preguntes cómo la he conseguido. Piensa que es tu pago por la misión. Mata a Heiss y tráeme su cabeza. Lo haría yo mismo, pero no es nada elegante que un gobernante mate a sus propios súbditos. Tú, por otro lado, eres un guerrero aclamado. Este podría ser tu gran retorno... ¡Matando a un monstruo cósmico! Imagina la gloria que te espera".
Kaih necesitaba el reconocimiento demasiado como para no aceptar la propuesta. A la mañana siguiente fue a buscar a Heiss. No fue difícil encontrarlo: era un monstruo bastante ruidoso. Kaih se acercó y cargó contra él con su espada, cortando un trozo de la piel del demonio. The Inheritor tenía razón: el arma funcionaba, pero no era suficiente para matar a Heiss, que ahora estaba sangrando pero se disponía a atacarle. Kaih intentó defenderse, pero Heiss se hizo con su espada, le perforó el pecho y se marchó.
Kaih podía sentir que la muerte cada vez estaba más cerca, pero entonces ocurrió algo. La hoja de la espada estaba cubierta de la sangre de Heiss y ahora esta se estaba mezclando con su propia sangre. Entonces se llenó de energía y extrajo la espada del pecho. No estaba muerto, de hecho, se sentía más vivo que nunca. Se sentía... ¡cósmico! Al comprender en lo que se había convertido, sopesó sus posibilidades durante un minuto y decidió que no iba a volver con The Inheritor para ser su marioneta. ¡Ahora era superior a él!
Kaih es un atacante de fuego con una capacidad de daño muy alta. Sus habilidades provocan muchísimo daño y puede aplicar quemaduras y combustión a sus enemigos, así como obtener daño doble, potenciador del daño o precisión. Tiene un rasgo de evolución: en el rango 0 es baluarte, en el rango 1 obtiene inmunidad a la ceguera y en el rango 3 obtiene un escudo vital de un 50% al principio de cada batalla.
Pero un día recibió una misteriosa llamada de su viejo amigo General Darmith, diciéndole que alguien tenía otro trabajito para él. Cuando Kaih llegó al punto de encuentro acordado, una cueva oscura en la ladera de un volcán, The Inheritor estaba allí, esperándolo.
"¡Vaya vaya, pero si es la leyenda VIP en persona!", dijo The Inheritor, tratando de halagar a Kaih. "Gracias por venir".
"¿Por qué querías que nos viéramos aquí? Me ves en el Infierno todos los días, podrías haber...", dijo Kaih con sospecha, pero The Inheritor le interrumpió.
"Te lo explicaré", dijo The Inheritor. "Como probablemente ya sepas, Barbatos tiene un nuevo monstruo favorito en el Infierno: Heiss. Lo llama su hijo del caos, como si ese hijo no fuera capaz de acabar con él de un solo golpe. Cree que dejando que Heiss se salga con la suya será capaz de mantener el poder, pero eso solo ha funcionado hasta ahora porque Heiss no está interesado en el trono. ¿Qué pasará cuando un monstruo cósmico con sed de poder llegue al Infierno? Se hará con el control".
"Pero pensé que querías derrocar a Barbatos y ocupar su lugar", dijo Kaih.
"Si me deshago de Heiss, todo el mundo en el Infierno me apoyará cuando asuma el poder", declaró The Inheritor con confianza. "Todos los demonios odian a Heiss y todos saben que esto es solo el comienzo de su locura".
Se dio la vuelta rápidamente y cogió algo que había en la esquina. Estaba envuelto. "Esto es una espada de diamantes, The Sunmelter. Está diseñada para penetrar la piel cósmica. No preguntes cómo la he conseguido. Piensa que es tu pago por la misión. Mata a Heiss y tráeme su cabeza. Lo haría yo mismo, pero no es nada elegante que un gobernante mate a sus propios súbditos. Tú, por otro lado, eres un guerrero aclamado. Este podría ser tu gran retorno... ¡Matando a un monstruo cósmico! Imagina la gloria que te espera".
Kaih necesitaba el reconocimiento demasiado como para no aceptar la propuesta. A la mañana siguiente fue a buscar a Heiss. No fue difícil encontrarlo: era un monstruo bastante ruidoso. Kaih se acercó y cargó contra él con su espada, cortando un trozo de la piel del demonio. The Inheritor tenía razón: el arma funcionaba, pero no era suficiente para matar a Heiss, que ahora estaba sangrando pero se disponía a atacarle. Kaih intentó defenderse, pero Heiss se hizo con su espada, le perforó el pecho y se marchó.
Kaih podía sentir que la muerte cada vez estaba más cerca, pero entonces ocurrió algo. La hoja de la espada estaba cubierta de la sangre de Heiss y ahora esta se estaba mezclando con su propia sangre. Entonces se llenó de energía y extrajo la espada del pecho. No estaba muerto, de hecho, se sentía más vivo que nunca. Se sentía... ¡cósmico! Al comprender en lo que se había convertido, sopesó sus posibilidades durante un minuto y decidió que no iba a volver con The Inheritor para ser su marioneta. ¡Ahora era superior a él!
Kaih es un atacante de fuego con una capacidad de daño muy alta. Sus habilidades provocan muchísimo daño y puede aplicar quemaduras y combustión a sus enemigos, así como obtener daño doble, potenciador del daño o precisión. Tiene un rasgo de evolución: en el rango 0 es baluarte, en el rango 1 obtiene inmunidad a la ceguera y en el rango 3 obtiene un escudo vital de un 50% al principio de cada batalla.