Por cada noche que pasa, hay un día. Para cada alma bondadosa, hay un espíritu maligno deseando atacar. Esa es la ley del equilibrio en el universo de Monster Legends. No es de extrañar entonces que Mr. Beast haya encontrado finalmente a su rival inmortal.
Aún quedan unos pocos monstruos codiciosos que no se han encontrado con Mr. Beast y su ira justiciera. Ya sabes lo que dicen: "No seas codicioso o la bestia aparecerá en tu puerta". Rotten, el monstruo corrupto que absorbe almas, escuchó esto y maquinó un plan para escapar de la visita de Mr. Beast. Pensó que si Mr. Beast aparecía en su puerta, tanto él como su puerta estarían preparados. Por supuesto, Rotten se refería a los portales cósmicos a los que se acercaba por la noche para atrapar a las almas que los atravesaban. Su plan era arrastrar a Mr. Beast hasta uno de los portales cercanos y acabar con él para siempre.
Y, efectivamente, Mr. Beast apareció una noche. Antes de que pudiera siquiera vislumbrar a Rotten, este lo cogió por la cola y lo arrastró hacia uno de los portales. Había otro a no más de unos metros de distancia, así que clavó sus garras en las rocas que tenía debajo y empujó a Rotten con todas sus fuerzas. El tira y afloja no duró más que unos segundos, ya que la punta de la cola de Mr. Beast entró en el primer portal y su pata delantera se introdujo en el segundo... Hubo un aterrador sonido desgarrador y Rotten salió despedido hacia atrás. No tenían ni idea de los desastrosos efectos que conllevan entrar en dos portales simultáneamente.
Cuando Rotten finalmente volvió en sí, ante él encontró no solo uno, sino dos Mr.Beasts. Uno, vivo y temblando de miedo, mirando al otro, hecho solo de huesos y pura maldad.
Undead Mr. Beast es un atacante de magia incontrolable con regeneración vital y habilidad de odio a un elemento aleatorio. Undead Mr. Beast puede provocar daño y aplicar maldición a todos sus enemigos al mismo tiempo. Y eso no es todo: puede aplicarse regeneración vital y otorgarse a sí mismo un turno extra o aplicarse odio a un elemento aleatorio y conseguir también un turno extra. También puede provocar daño y aplicar guardia baja a todos sus enemigos. ¡Inmortal e imparable!
Aún quedan unos pocos monstruos codiciosos que no se han encontrado con Mr. Beast y su ira justiciera. Ya sabes lo que dicen: "No seas codicioso o la bestia aparecerá en tu puerta". Rotten, el monstruo corrupto que absorbe almas, escuchó esto y maquinó un plan para escapar de la visita de Mr. Beast. Pensó que si Mr. Beast aparecía en su puerta, tanto él como su puerta estarían preparados. Por supuesto, Rotten se refería a los portales cósmicos a los que se acercaba por la noche para atrapar a las almas que los atravesaban. Su plan era arrastrar a Mr. Beast hasta uno de los portales cercanos y acabar con él para siempre.
Y, efectivamente, Mr. Beast apareció una noche. Antes de que pudiera siquiera vislumbrar a Rotten, este lo cogió por la cola y lo arrastró hacia uno de los portales. Había otro a no más de unos metros de distancia, así que clavó sus garras en las rocas que tenía debajo y empujó a Rotten con todas sus fuerzas. El tira y afloja no duró más que unos segundos, ya que la punta de la cola de Mr. Beast entró en el primer portal y su pata delantera se introdujo en el segundo... Hubo un aterrador sonido desgarrador y Rotten salió despedido hacia atrás. No tenían ni idea de los desastrosos efectos que conllevan entrar en dos portales simultáneamente.
Cuando Rotten finalmente volvió en sí, ante él encontró no solo uno, sino dos Mr.Beasts. Uno, vivo y temblando de miedo, mirando al otro, hecho solo de huesos y pura maldad.
Undead Mr. Beast es un atacante de magia incontrolable con regeneración vital y habilidad de odio a un elemento aleatorio. Undead Mr. Beast puede provocar daño y aplicar maldición a todos sus enemigos al mismo tiempo. Y eso no es todo: puede aplicarse regeneración vital y otorgarse a sí mismo un turno extra o aplicarse odio a un elemento aleatorio y conseguir también un turno extra. También puede provocar daño y aplicar guardia baja a todos sus enemigos. ¡Inmortal e imparable!