Después de que su estudiante Rociuko le diera la espalda, Kihaku decidió que no podía arriesgarse con su siguiente alumno, así que en lugar de aceptar a alguien nuevo, cogió una vieja reliquia que poseía y la rompió para extraer un trozo de ámbar que había en su interior. Usó el ámbar para crear a su propio discípulo perfecto. Así fue como nació Noar, con su increíble agilidad y sus instintos de reptil.

Sin embargo, una vez más, Kihaku sintió que había fracasado, ya que a medida que Noar iba creciendo, su interés se iba dirigiendo hacia el boxeo en lugar de las artes marciales tradicionales. Kihaku había creado a la luchadora perfecta, aunque no fuese exactamente como la había imaginado.

Noar es una atacante de natura con turnos extra. Con la combinación correcta puede atacar hasta 4 veces seguidas, provocando daño y aplicando efectos tales como sangrado y aturdimiento. También puede eliminarse los efectos de estado negativos a sí misma y obtener regeneración vital y de energía. Noar tiene un rasgo de evolución: en el rango 0 es inmune a la ceguera, en el rango 1 obtiene inmunidad al aturdimiento y en el rango 3 se convierte en una ejecutora de estados que obtiene regeneración de energía al principio de cada batalla.