El Bosque cardinal no ha pasado por una buena época últimamente. Invasiones, ataques... la lista es interminable. Pero sus habitantes lo habían podido superar todo gracias a su unidad, o al menos eso parecía. Cuando los representantes de todas las formas de vida se reunían para discutir asuntos importantes, siempre parecían olvidar a una parte del bosque: el pantano. Tal vez porque es muy diferente al resto, o tal vez porque no es tan hermoso, radiante y no está lleno de coloridas flores. El pantano es más oscuro y no huele tan bien como la ladera de la montaña.

Fuera cual fuera el motivo, cuando Zahra, Talika, General Alces y los otros espíritus del bosque se reunían, siempre se olvidaban de avisar a la representante de todas las criaturas del pantano: Wickah. Y esto no había pasado desapercibido para ella o para ninguna de las criaturas a las que protegía. Así que, cuando por enésima vez, Wickah se enteró de que se estaba celebrando una reunión del Consejo forestal sin ella, decidió presentarse allí. Se dirigió al corazón del bosque y, en efecto, allí estaban todos los espíritus antiguos reunidos... Todos menos ella.

"¡Oh! ¿El Consejo forestal está reunido? Qué extraño. Mi invitación debe de haberse perdido... otra vez. Supongo que el camino hasta el pantano es demasiado resbaladizo como para enviar a vuestros mensajeros". — dijo Wickah irónicamente. Pero luego cambió el tono y se puso seria: "¿Podéis luchar contra invasiones alienígenas pero no podéis acercaros a mi lado del bosque? Nos habéis ignorado a mí y a las criaturas del pantano porque estáis ciegos. No sabéis ver la belleza en la descomposición de la naturaleza como la veo yo, no sabéis apreciar ninguna belleza excepto la que veis en vuestra propia especie. Pero eso va a cambiar. El pantano es una rica biosfera llena de monstruos... monstruos inteligentes y fuertes. Monstruos que no seguirán sintiéndose abandonados o escondiéndose para complaceros a vosotros.

"No os gusta el pantano, ¿verdad? Pues es una pena porque está a punto de hacerse mucho más grande. Durante siglos habéis permitido que monstruos de fuera se apoderen de nuestras tierras, pero voy a reclamarlas. ¿El pueblo que está en la frontera oeste? Formará parte del pantano. ¿El castillo del vampiro? Lo cubriré de musgo y se lo daré a mis monstruos. El territorio del pantano va a ser tan extenso que no podréis ignorarnos más. Para poder ir a cualquier sitio tendréis que cruzar nuestras tierras". — advirtió a todos. Para entonces había logrado atraer la atención de todos, algo que nunca antes había sucedido.

"No voy a desperdiciar ni un minuto más. Tendréis noticias mías y sabréis donde encontrarme, así que espero recibir una invitación para la próxima reunión del Consejo. Espero que esta vez no se pierda por el camino. Para mí sería un insulto, pero para vosotros... Para vosotros significaría quedar atrapados en vuestro lado del bosque para siempre, así que aseguraos de mandarme a vuestro mejor mensajero".

Sin decir una palabra más, Wickah se alejó del corazón del bosque y todos permanecieron en silencio, respirando el aroma de agua estancada que Wickah había dejado atrás. Todos se dieron cuenta de que habían cometido un gran error al ignorar a las criaturas del pantano. Esta vez, el problema no había venido de fuera, sino de ellos mismos, y sabían que tenían toda la culpa.

Wickah es un monstruo de apoyo de natura con habilidades de inhabilitación de rasgo. También es el segundo monstruo de la colección Los abandonados. Tiene un rasgo de evolución exclusivo: En el rango 0 posee esquivar área y hace que sus aliados sean inmunes al envenenamiento; en el rango 1 se convierte en una ejecutora de estados que aplica veneno a todos los enemigos al principio de la batalla; en el rango 3 obtiene el rasgo de duro; y en el rango 5 consigue tercer ojo. Con sus habilidades Wickah puede eliminar efectos positivos y rasgos a todos los enemigos... ¡en un solo movimiento! Puede apoyar a sus aliados al eliminar sus efectos de estado negativos y otorgarles inmunidad a la tortura y el control o dándoles daño doble y tercer ojo.