Cuando Talika encontró al pequeño Yimburbur perdido en el bosque, pensó en criarlo para que se convirtiese en consejero de los bosques, al igual que ella. Lo envió con Bo Tai para que pudiera aprender del mejor y ella misma intentó hasta lo imposible para conseguir su objetivo. Pero por mucho que intentara hacer de él un monstruo de apoyo, no estaba destinado a serlo. ¿Y cómo se iba a convertir en consejero si la única palabra que lograba pronunciar era su propio nombre, Yimburbur? Porque era una bestia parda. Una bestia con habilidades de curación, pero una bestia al fin y al cabo.

Yimburbur es un atacante de natura con muchas habilidades de apoyo y curación. Es inmune ante el control y entre sus habilidades encontramos algunas que provocan daño y al mismo tiempo la curación y regeneración de energía para sus aliados o el bloqueo de curación para sus enemigos. Su vida es muy alta para ser un atacante. Eso, junto a sus habilidades de curación, hacen que Yimburbur sea muy resistente.