Por todos es sabido que Mountezuma es un emperador desconfiado y arrogante. Y está en su derecho: todos odian su abuso de poder; todos excepto Itzanami, que moverá cielo y tierra para defender a su líder. Solo ella puede defenderlo porque, por sorprendente que parezca, es mucho más poderosa de lo que él llegará jamás a ser.

Es un monstruo de apoyo muy rápido y puede inhabilitar los rasgos de los enemigos, eliminar los efectos de estado positivos y aplicar nanovirus, una maldición que se trajo desde otro universo al imperio. Además, es inmune al noqueo y al sangrado.