Tras saquear los pueblos vecinos con su tribu de orcos, Shork comenzó a aburrirse, por lo que decidió embarcarse en una nueva aventura y lanzarse a los siete mares para conquistarlos. Muy pronto descubrió la vida del pirata y supo que había nacido para ello.
Y se interesó especialmente por la caza de tiburones.
Lo que más le gustaba a Shork era zambullirse en el océano y luchar cuerpo a cuerpo contra bestias feroces de mandíbulas potentes capaces de triturar a sus rivales.

Cuando se enteró de que existía un tiburón que se había convertido en pirata pensó: "¿Un tiburón al mando de un barco?
Eso no tiene ningún sentido.
Los tiburones son comida, no capitanes."
Poco a poco esa información acabó convirtiéndose en su obsesión y, ahora, en lo único que puede pensar es en destrozar a Cavenfish con sus propias manos y ponerle fin a la estupidez de un tiburón pirata.

Cuando hay que luchar, Shork resulta ser un monstruo muy fuerte capaz de provocar y resistir mucho daño.
Sus ataques son muy poderosos: tiene recuperaciones muy bajas e incluso se puede hacer más poderoso ya que puede potenciarse a sí mismo con potenciadores de daño, turnos extra, etc.
¡Shork se asegura de ganar siempre!