En las guerras de equipo hay un límite en el número de jugadores que pueden luchar, dependiendo del tamaño del equipo.
Si un equipo tiene muchos jugadores el jugador con los monstruos más débiles se convertirá en observador, lo que le permitirá observar cómo se desarrolla la guerra, pero sin poder luchar.
Si un equipo tiene muchos jugadores el jugador con los monstruos más débiles se convertirá en observador, lo que le permitirá observar cómo se desarrolla la guerra, pero sin poder luchar.