Tulekahju intentaba constantemente impedir que su hijo Granuy se introdujera en el sendero peligroso de la magia de batalla. Incluso, una vez lo envió al estanque de Vodyanoy como sirviente con la esperanza de que aprendiera la magia de apoyo. Granuy aprendió muchísimo de su nuevo mentor, pero no pudo olvidarse de su verdadera vocación y, tras algún tiempo, abandonó a Vodyanoy para seguir su propio camino y aprender los trucos más peligrosos que descubrió. Tras años de entrenamiento, volvió a su hogar y le relató a su padre las muchas aventuras y combates en los que había participado. Tulekahju se sintió tan orgulloso de los logros de su hijo, que terminó por entender que su destino era convertirse en un mago de la batalla.

En el campo de batalla, es fácil adivinar qué es lo que aprendió de Vodyanoy y qué es lo que sacó de sus propias aventuras. Gracias a las enseñanzas de su maestro, es uno de los escasos monstruos de fuego que ha desarrollado habilidades de agua, lo cual lo vuelve fuerte contra su propio elemento. Además puede apoyar y proteger a sus aliados.

Sin embargo, también es un atacante fuerte en las ligas cuyas agresivas habilidades de fuego pueden provocar daño desmesurado y puede aplicar todo tipo de efectos de estado negativos a sus enemigos.