Siendo Baba Yaga un monstruo bebé, se perdió en el bosque. Durante meses buscó desesperada a su madre, pero al final tiró la toalla y aceptó la soledad. Como tenía todo el tiempo del mundo, se construyó un refugio donde empezó a experimentar con pociones y magia. No tardó mucho en darse cuenta de lo dura que sería la vida en el bosque y de que tendría que hacerse fuerte por su propio bien.


 Mediante la magia, hizo que le aparecieran dos patas de pollo a su refugio que le permitían, no solamente peinar toda la zona, sino moverse a un nuevo lugar cuando se aburría y necesitaba un cambio de aires. Con los años, Baba Yaga superó todos los obstáculos y se hizo un nombre gracias a sus asombrosos poderes. Ahora que todo el mundo sabe que es una bruja puede hacer lo que le plazca. Si le gustas, te protegerá como a nadie, pero si no le gustas, te apartará de su camino sin importarle las consecuencias. Su personalidad queda bien reflejada en sus hábitos en la batalla: cuando se trata de sus enemigos puede usar cualquier truco para pararlos. 


Los ciega, elimina sus efectos positivos de estado y evita que se curen. Además, puede poseer y provocar pesadillas a todos sus enemigos con un solo golpe. Si Baba Yaga está cerca, sus enemigos no se van a acercar a sus aliados.